El responsable de vida familiar de los obispos de EEUU aplaude decreto de Trump contra la transición de género de jóvenes
WASHINGTON (OSV News) -- En una medida recibida con beneplácito por lel líder de vida familiar de los obispos de Estados Unidos, el presidente Donald Trump firmó el 28 de enero una orden ejecutiva que establece que su administración buscará prohibir ciertos tipos de procedimientos médicos o quirúrgicos de reasignación de género para menores que se identifican como transgénero.
"Doy la bienvenida a la Orden Ejecutiva del Presidente que prohíbe la promoción y la financiación federal de procedimientos que, basados en una falsa comprensión de la naturaleza humana, intentan cambiar el sexo de un niño", dijo el obispo Robert E. Barron de Winona-Rochester, Minnesota, presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Jóvenes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, en una declaración del 29 de enero en la que elogiaba la directiva del presidente.
"Ayudar a los jóvenes a aceptar sus cuerpos y su vocación como mujeres y hombres es el verdadero camino de la libertad y la felicidad", añadió, haciendo referencia a Dignitas Infinita, un documento de enseñanza promulgado el pasado mes de abril por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
El decreto de Trump decía que "es política de Estados Unidos no financiar, patrocinar, promover, asistir o apoyar la llamada 'transición' de un niño de un sexo a otro, y hacer cumplir rigurosamente todas las leyes que prohíban o limiten estos procedimientos destructivos y que alteran la vida".
"Actualmente, en todo el país, los profesionales de la salud están mutilando y esterilizando a un número cada vez mayor de niños influenciables bajo la afirmación radical y falsa de que los adultos pueden cambiar el sexo de un niño a través de una serie de intervenciones médicas irreversibles", afirmaba la orden. "Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra Nación, y debe terminar".
Al menos 25 estados liderados por republicanos han adoptado leyes que restringen o prohíben la cirugía de reasignación de sexo o los tratamientos hormonales relacionados para menores, aunque no todas esas prohibiciones están actualmente en vigor en medio de desafíos legales, según datos del Movement Advancement Project, un grupo de política LGBTQ+.
Una sentencia aún pendiente de la Corte Suprema de EE.UU. en el caso U.S. vs. Skrmetti, un recurso contra una ley de este tipo en Tennessee, podría tener un impacto significativo en el futuro de dichas leyes.
"Tantos jóvenes que han sido víctimas de esta cruzada ideológica lamentan profundamente sus consecuencias que alteran la vida, como la infertilidad y la dependencia de por vida de costosas terapias hormonales que tienen importantes efectos secundarios", dijo el obispo Barron en su declaración. "Es inaceptable que se anime a nuestros hijos a someterse a intervenciones médicas destructivas en lugar de recibir acceso a una atención auténtica y respetuosa con el cuerpo".El obispo Barron también aplaudió el objetivo de la orden de "identificar y desarrollar terapias basadas en la investigación para ayudar a los jóvenes que luchan contra la disforia de género". Los jóvenes, dijo, "merecen una atención que cure en lugar de dañar".
Los partidarios de prohibir las cirugías de transición de género o los tratamientos hormonales para los menores que se identifican como transexuales afirman que tales restricciones les impedirán tomar decisiones irreversibles de niños de las que más tarde podrían arrepentirse de adultos. Los detractores de tales prohibiciones argumentan que impedir esas intervenciones podría causar otros daños a los menores, como problemas de salud mental o aumentar el riesgo de autolesiones físicas.
Un estudio realizado en 2022 por el Instituto Williams de la UCLA reveló que en Estados Unidos hay aproximadamente 1,6 millones de personas que se identifican como transexuales. Casi la mitad de esa población tiene entre 13 y 24 años.
Un estudio reciente de JAMA Pediatrics encontró que 926 adolescentes estadounidenses con seguro comercial y un diagnóstico relacionado con el género recibieron bloqueadores de la pubertad entre 2018 y 2022, y ninguno de ellos tenía menos de 12 añ