Unidad, no nacionalidad, guio la elección del Papa León XIV, según cardenales estadounidenses

ROMA (CNS) -- Aunque resulta interesante, e incluso motivo de orgullo, que el nuevo Papa León XIV haya nacido en Estados Unidos, la mayoría de los cardenales estadounidenses que participaron en el cónclave que lo eligió afirmaron que la nacionalidad no fue un factor determinante.

“Creo que el impacto de que él sea estadounidense fue casi insignificante en las deliberaciones del cónclave, y sorprendentemente fue así”, manifestó el cardenal Robert W. McElroy, de la Arquidiócesis de Washington, a los periodistas el 9 de mayo durante una conferencia de prensa en el Colegio Pontificio Norteamericano en Roma.

“Lo que me sorprendió fue la ausencia total de que ese fuera un tema clave en absoluto,” afirmó el cardenal.

El cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo emérito de Galveston-Houston, expresó a los periodistas que, si bien los cardenales eligieron a un papa que es ciudadano estadounidense, “en realidad él es un ciudadano del mundo entero, ya que ha pasado gran parte de su vida, ministerio, trabajo misionero, y celo por Cristo en Sudamérica”, principalmente en Perú.

El cardenal Timothy M. Dolan, de Nueva York, señaló: “El hecho de que haya nacido en Estados Unidos, bueno, eso nos da un sentimiento de orgullo y gratitud”, pero el nuevo Papa también es ciudadano peruano. Y ha trabajado en la Curia Romana como prefecto del Dicasterio para los Obispos durante los últimos dos años.

“Es un ciudadano del mundo”, manifestó el cardenal Dolan.

“De dónde viene ahora es algo del pasado. Ya no se trata de Robert Francis Prevost. Ahora es el Papa León”, afirmó el cardenal. “Es el pontífice de la Iglesia universal. De dónde proviene es algo secundario”.

A los cardenales se les preguntó en qué medida podría interpretarse la elección del Papa León como un reflejo del deseo de los cardenales de ofrecer un contrapeso a la influencia global del presidente Donald Trump.

El cardenal Wilton D. Gregory, arzobispo emérito de Washington, señaló: “Los cardenales tenían pleno conocimiento de las cosas que han ocurrido en Estados Unidos, de declaraciones que se han hecho, acciones políticas que se han tomado”.

“Pero lo que más preocupaba a los cardenales, al menos según las conversaciones que tuve con ellos”, añadió el cardenal Gregory, “era: ‘¿Quién entre nosotros puede unirnos? ¿Quién entre nosotros puede fortalecer la fe y llevar la fe a lugares donde se ha debilitado, llevar la fe a lugares donde parece haber menos entusiasmo o aprecio por las cosas comunes que nos unen?’”

El cardenal Dolan respondió: “No debería sorprendernos que veamos en el Papa León a un constructor de puentes. Eso es lo que significa la palabra ‘pontífice’ en latín. Es un constructor de puentes. ¿Querrá construir puentes con Donald Trump? Supongo que sí, pero también querrá construir puentes con los líderes de cada nación. Así que no creo en absoluto que mis hermanos cardenales lo hayan visto como un conducto hacia una persona en particular”.

Todos los cardenales en la conferencia de prensa mencionaron que, al entrar al cónclave, buscaban a alguien que pudiera proclamar el Evangelio y fortalecer la unidad de la Iglesia, al mismo tiempo que continuara el enfoque y los proyectos del Papa Francisco.

“Buscamos a alguien que siguiera el camino de Francisco, pero no estábamos buscando una fotocopia”, afirmó el cardenal McElroy.

El cardenal Blase J. Cupich, de Chicago, ciudad natal del Papa León, manifestó a los periodistas que la Iglesia no habla de reemplazos para un obispo o papa, sino de sucesores.

“Esa es una distinción muy importante que hay que hacer, y eso es lo que también estábamos buscando,” añadió el cardenal Cupich. Los cardenales se preguntaban: “¿Quién podría llevar adelante no solo el ministerio, la vida, y la tradición de Francisco, sino todo lo que lo precedió, especialmente desde ese momento clave en la vida de la Iglesia que fue el Concilio Vaticano II?”

El cardenal Christophe Pierre, nuncio apostólico en Estados Unidos, citó al poeta francés Charles Péguy: “Todo comienza en la mística y termina en la política”.

El cónclave fue lo contrario, agregó. En los días de preparación, especialmente los medios de comunicación adoptaron una visión política de la elección del nuevo pontífice.

“Lo que yo experimenté fue que todo comienza en la política y termina en la mística. Eso fue lo que vivimos” en el cónclave, expresó el cardenal Pierre. El cónclave comenzó “en una especie de confusión” de lenguas, culturas y con desconocimiento mutuo.

La única solución, afirmó, fue dialogar y escucharse mutuamente, dejando de lado los prejuicios y entrando en un proceso de discernimiento en oración.

El cardenal Joseph W. Tobin, de Newark, Nueva Jersey, manifestó que conocía al Papa León desde hace 30 años; estuvieron juntos en Roma a finales de los años 90 y principios de los 2000, cuando el cardenal Tobin era superior general de los Redentoristas y el Papa León era superior de los frailes agustinos. Más recientemente, el cardenal Tobin sirvió como miembro del Dicasterio para los Obispos, donde el entonces cardenal Robert F. Prevost era prefecto.

Al hablar de la experiencia internacional del nuevo Santo Padre, el cardenal Tobin se refirió a él primero como “Bob” y luego se corrigió: “el Papa León.”

Describiendo el nuevo estilo de liderazgo del Papa, el cardenal Tobin añadió: “No creo que sea alguien a quien le guste iniciar peleas, pero no es alguien que se eche atrás si la causa es justa. Y creo que lo último que diría sobre Bob es que realmente sabe escuchar, y luego actúa”.

El cardenal Tobin contó que, durante la elección en la Capilla Sixtina, cuando se acercó a depositar su voto y el resultado ya era evidente, pasó junto al entonces cardenal Prevost, “quien tenía la cabeza entre las manos”.

“Yo estaba rezando por él, porque no podía imaginar lo que le pasa a un ser humano cuando se enfrenta a algo así. Y luego, cuando aceptó, fue como si hubiera nacido para ello,” expresó el cardenal. “Toda la angustia o lo que fuera se resolvió con un sentir -- creo -- que esto no era simplemente él diciendo sí a una propuesta, sino que Dios había dejado algo claro, y él estuvo de acuerdo con eso”.