Dios planta una semilla en cada persona; ayúdenla a florecer, dice el Papa a capellanes

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Sean valientes en el cuidado y acompañamiento de los demás, ayudándoles a soñar en grande, cultivando sus dones únicos para que florezcan, dijo el Papa Francisco a los capellanes universitarios y agentes de pastoral.

"La labor educativa es una verdadera misión en la que se acoge a las personas y a las situaciones con todas sus luces y sombras -- también sus sombras -- con una especie de amor 'paternal'", dijo el Papa.

"Esto facilita el crecimiento de lo que Dios ha sembrado dentro de cada persona de forma única e irrepetible", dijo el 24 de noviembre en una audiencia en el Vaticano con personas que participaban en una conferencia sobre la atención pastoral en las universidades católicas, patrocinada por el Dicasterio para la Cultura y la Educación.

El Papa Francisco les dijo que tenía "tres actitudes que considero importantes para su servicio: apreciar las diferencias, acompañar con cuidado y actuar con valentía".

"Hay que acompañar a cada persona tal y como es, y es ahí donde comienza el diálogo, el camino y el progreso", dijo, explicando la importancia de ver y apreciar las diferentes cualidades de las personas con paciencia, apertura y creatividad.

Como dijo el profeta Isaías, Dios "crea el resplandor del sol, pero no desprecia la luz vacilante de 'una mecha tenuemente encendida'", refiriéndose a aceptar las "luces y sombras" de las personas con amor, dijo el Papa.

"Creer en la vitalidad de las semillas que Dios siembra", dijo, significa acompañar y cuidar "lo que silenciosamente crece y sale a la luz en los, a veces, confusos pensamientos, deseos y afectos de los jóvenes que les han sido confiados".

"Su actitud tiene que ser algo má