CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Cuatro meses después de solicitar la opinión del público sobre el desarrollo de las directrices de salvaguardia, la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores dijo que había revisado 300 respuestas y 700 sugerencias que "confirmaron en gran medida el enfoque adoptado" para el establecimiento de normas y procedimientos para hacer frente a los abusos en la Iglesia Católica.

La comisión, que celebró su asamblea plenaria en Roma del 20 al 22 de septiembre, comenzó a trabajar en la segunda fase de su "marco universal de directrices", que "proporcionará criterios claros a las iglesias locales sobre cómo pueden hacerse efectivas las políticas y procedimientos de salvaguardia", dijo en un comunicado publicado el 23 de septiembre.

La primera fase del marco estableció 10 principios de protección a menores, publicados en mayo, que pedían que las directrices de salvaguardia tuvieran un lugar formal en las estructuras de las iglesias locales, elaboraran políticas y prácticas de apoyo a las víctimas y sus familias y respondieran culturalmente a las realidades de las iglesias locales, al tiempo que capacitaran y educaran a las personas para crear un entorno seguro en la Iglesia.

En junio, la comisión puso en marcha una encuesta en línea abierta a cualquier persona interesada en dar su opinión sobre la aplicación del marco propuesto a las iglesias locales. La comisión afirmó que seguirá incorporando las opiniones recibidas hasta marzo de 2024.

La segunda fase del desarrollo del marco implicará "la emisión de cinco a siete criterios" relacionados con cada uno de los 10 principios del marco y que apuntan a ciertas habilidades necesarias en cada diócesis para garantizar que el marco se está aplicando, dijo la comisión en su declaración.

"Nuestra Iglesia es una gran entidad que incluye a todos los pueblos y naciones, por lo que nuestra tarea puede parecer desalentadora. Pero hemos comenzado a aplicar un plan que abarca a toda la Iglesia en sus diferentes etapas de desarrollo", declaró el 23 de septiembre el cardenal Seán P. O'Malley, presidente de la comisión.

Al reunirse con representantes del Consejo Latinoamérica del Centro de Investigación y Formación para la Protección del Menor (CEPROME) en el Vaticano el 25 de septiembre, el Papa Francisco calificó los abusos en la Iglesia como "un pálido reflejo de una triste realidad que abarca a toda la humanidad, y sobre la que no se presta la necesaria atención".

"Nuestros esfuerzos no deben limitarse a la mera aplicación de protocolos", añadió, "sino que los confiemos a Jesús en la oración".

Durante la asamblea plenaria de la comisión, el Papa se había reunido con dos miembros de LOUDfence, un grupo de defensa de las víctimas con sede en el Reino Unido, que trabaja por una mayor acogida de los sobrevivientes en la Iglesia.

En su declaración del 23 de septiembre, la comisión afirmó que ha recibido a 13 conferencias episcopales durante sus visitas "ad limina" a Roma desde principios de año y que "estos diálogos son una oportunidad para que la Comisión revise las políticas y procedimientos de salvaguardia, identifique las lagunas y ofrezca retroalimentación y asistencia a nivel local".

Además, las conferencias episcopales se han comprometido a aportar 2,5 millones de dólares a un fondo supervisado por la comisión para reforzar la capacidad de salvaguardia de las iglesias locales que lo necesiten. La comisión dijo que 20 conferencias episcopales y conferencias de superiores religiosos con menos recursos han expresado su deseo de hacer uso del programa, y que el cardenal O'Malley firmó un memorando de entendimiento entre la comisión y la iglesia de la República Centroafricana durante la asamblea plenaria.

La comisión dijo que pasó un día entero trabajando en la redacción de un informe anual sobre la salvaguardia en la Iglesia solicitado por el Papa -- este "anteproyecto" que se harán públicos antes de finales de septiembre -- y se espera que esté terminado por primera vez en 2024.