byPor Cindy Wooden, Catholic News Service
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CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- "El horror del exterminio de millones de judíos y personas de otras religiones" antes y durante la Segunda Guerra Mundial "no puede ser olvidado ni negado", dijo el Papa Francisco.
Después de recitar la oración del Ángelus el 26 de enero con los peregrinos presenten en la Plaza de San Pedro, el Papa llamó su atención sobre la conmemoración al día siguiente del Día Internacional de la Memoria del Holocausto.
"Han pasado ochenta años desde la liberación del campo de concentración de Auschwitz", señaló el Papa. Las tropas soviéticas liberaron este campo de concentración el 27 de enero de 1945. El complejo del campo de Auschwitz-Birkenau fue el mayor de los campos de trabajo y exterminio nazis; se calcula que 1,1 millones de los más de 6 millones de víctimas del Holocausto murieron allí.
El Papa Francisco instó a la gente a buscar y escuchar las historias de los sobrevivientes de la Shoah, y recomendó a los italianos que vieran esa noche por televisión un programa en el que aparecía su amiga, la poetisa húngara Edith Bruck.En el Día Internacional de la Memoria del Holocausto, dijo: "Renuevo mi llamamiento para que todos colaboren a debelar la lacra del antisemitismo y cualquier forma de discriminación y de persecución religiosa".
El Papa Francisco también recordó a los muchos cristianos, incluidos mártires como San Maximiliano Kolbe, que fueron asesinados en Auschwitz y otros campos nazis.
"Construyamos juntos un mundo más fraternal, más justo, educando a los jóvenes a tener un corazón abierto a todos, en la lógica de la fraternidad, del perdón y de la paz", dijo.
El Papa Francisco también aprovechó su discurso del Ángelus para expresar su preocupación por la situación en Catatumbo, Colombia, donde los enfrentamientos entre grupos armados han provocado numerosas víctimas civiles y más de 30.000 desplazados. "Les expreso mi cercanía y rezo por ellos", dijo el Papa.
El Papa Francisco también hizo un llamado para que se terminen los combates que comenzaron en Sudán el pasado mes de abril como una lucha de poder entre dos generales.
El conflicto, dijo el Papa, "está provocando la crisis humanitaria más grave del mundo, con consecuencias dramáticas también en Sudán del Sur". Naciones Unidas informó el 21 de enero de que más de un millón de personas que huyen de la violencia han cruzado a Sudán del Sur.
"Deseo manifestar mi cercanía a las poblaciones de ambos países, y las invito a la fraternidad, a la solidaridad, a evitar cualquier tipo de violencia y a no dejarse instrumentalizar", dijo el Papa. "Renuevo el llamamiento a las partes en guerra en Sudán para que cesen las hostilidades y acepten sentarse a una mesa de negociación".
El Papa Francisco también pidió a la comunidad internacional "a que haga todo lo posible para hacer llegar las ayudas humanitarias necesarias a los desplazados, y para ayudar a los beligerantes a encontrar pronto caminos hacia la paz".