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Jan. 11 2025

El Papa a los diplomáticos: Que las 'densas nubes de la guerra' sean barridas por 'un viento de paz'

byPor Cindy Wooden, Catholic News Service

Georgios F. Poulides, ambassador of Cyprus to the Holy See and dean of the diplomatic corps, addresses Pope Francis on behalf of the ambassadors during the annual meeting with diplomats accredited to the Holy See in the Hall of Blessing at the Apostolic Palace, Vatican, Jan. 9, 2025. (CNS photo/Vatican Media)



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CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Durante el Año Santo 2025, la comunidad internacional debe esforzarse por "superar la lógica del enfrentamiento y abrazar en cambio la lógica del encuentro", dijo el Papa Francisco a los embajadores y otros diplomáticos acreditados ante la Santa Sede.

Según la tradición bíblica de los jubileos, el Año Santo es un tiempo para redescubrir cómo, en Dios, todas las personas son hermanos y hermanas, "perdonar las ofensas, sostener a los débiles y a los pobres, dejar descansar la tierra, practicar la justicia y renovar la esperanza", dijo el Papa el 9 de enero.

En su encuentro con representantes de 184 naciones, de la Unión Europea y de la Soberana Orden Militar de Malta, el Papa Francisco sólo leyó el primer párrafo del texto que había preparado. Explicando que todavía estaba un poco resfriado, pidió a su ayudante, monseñor Filippo Ciampanelli, que leyera el resto del texto.

Aunque el encuentro se anuncia como una oportunidad para que el Papa desee a los diplomáticos un feliz año nuevo, el Papa Francisco aprovechó la ocasión casi como un "Jubileo de los Embajadores" al reflexionar en su texto sobre las características de "una diplomacia de la esperanza, de la que todos estamos llamados a hacernos heraldos, para que las densas nubes de la guerra puedan ser barridas por un renovado viento de paz".

Al repasar el pasado año y los retos a los que se enfrenta el mundo, el texto preparado por el Papa ofrecía ejemplos concretos, entre ellos la denuncia de "execrables actos de terror, como los ocurridos recientemente en Magdeburgo, Alemania y en Nueva Orleans, Estados Unidos".

Advirtiendo de que las crecientes tensiones sociales y políticas siembran una mayor polarización, desconfianza, odio e incluso violencia, el Papa se refirió a los ataques en mayo contra el primer ministro eslovaco, Robert Fico, y en julio contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

En presencia de Andrii Yurash, embajador de Ucrania ante la Santa Sede, el Papa escribió en su texto que "mi deseo para este 2025 es que toda la comunidad internacional se esfuerce ante todo en poner fin a la guerra que desde hace casi tres años baña de sangre la afligida Ucrania y que ha causado un enorme número de víctimas, incluso muchos civiles".

"Del mismo modo", decía el texto, "renuevo mi llamada a un alto el fuego y a la liberación de los rehenes israelíes en Gaza, donde hay una situación humanitaria gravísima e innoble, y pido que la población palestina reciba todas las ayudas necesarias".

Yaron Sideman, embajador de Israel ante la Santa Sede, también estuvo presente en la reunión y, como todos los embajadores, estrechó la mano del Papa al final de la audiencia.

El gobierno israelí y varios grupos judíos se han opuesto a las frecuentes críticas del Papa Francisco a la acción militar israelí en Gaza, en particular en relación con las víctimas civiles, el bombardeo de hospitales y escuelas y la falta de acceso para las entregas de ayuda humanitaria.

En su texto, el Papa Francisco dijo: "Mi deseo es que israelíes y palestinos puedan reconstruir los puentes de diálogo y de confianza recíproca, a partir de los más pequeños, para que las generaciones venideras logren convivir, en paz y seguridad, en ambos estados y Jerusalén sea la 'ciudad del encuentro', donde convivan en armonía y respeto cristianos, judíos y musulmanes".

"La guerra es siempre un fracaso", escribió el Papa en su texto.

En un pasaje que podría referirse tanto a Gaza como a la guerra de Rusia contra Ucrania, el Papa Francisco escribió que "involucrar a los civiles, sobre todo niños, así como destruir las infraestructuras no son sólo una derrota, sino que equivalen a dejar que entre los dos contendientes el único que logra vencer sea el mal".

"No podemos aceptar de ningún modo que se bombardeen poblaciones civiles o se ataquen infraestructuras vitales para la subsistencia", escribió. "No podemos aceptar el ver morir de frío a los niños porque se han destruido los hospitales y ha sido dañada la red energética de un país".

El Año Santo, decía el texto, debe ser un momento en el que la comunidad internacional "se esfuerce para que los derechos inviolables del hombre no sean sacrificados ante las exigencias militares".

El Papa Francisco también expresó su preocupación por la violencia o las tensiones políticas en curso en Sudán, Congo, Myanmar, Mozambique, Haití, Bolivia y Colombia.

El discurso que preparó abordaba también a Nicaragua, "donde la Santa Sede, que está siempre dispuesta a un diálogo respetuoso y constructivo, sigue con preocupación las medidas adoptadas con respecto a personas e instituciones de la Iglesia y hace votos para que a todos sean garantizados adecuadamente la libertad religiosa y los demás derechos fundamentales".

Bajo el mandato del presidente nicaragüense Daniel Ortega y su vicepresidenta y esposa, Rosario Murillo, algunos obispos y cientos de sacerdotes y otros líderes religiosos han sido arrestados y expulsados del país, las iglesias están vigiladas y se han cerrado organizaciones humanitarias eclesiásticas.