byPor Justin McLellan, Catholic News Service
Pope Francis waves to visitors gathered in St. Peter’s Square after giving his Christmas message and blessing "urbi et orbi" (to the city and the world) from the central balcony of St. Peter's Basilica at the Vatican Dec. 25, 2024. (CNS photo/Lola Gomez)
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CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Mientras millones de peregrinos se preparan para cruzar el umbral de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco hizo un llamamiento a las personas, las naciones y la comunidad mundial a dar un paso transformador hacia la paz y la reconciliación, atravesando la puerta de la salvación que es Jesucristo.
Jesús es la puerta de la paz, dijo desde el balcón de la Basílica de San Pedro el 25 de diciembre. En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.
Antes de ofrecer su bendición urbi et orbi (a la ciudad y al mundo), el Papa rezó por varios países que atraviesan conflictos y crisis.
Aunque soplaba un fuerte viento, el sol de Roma brillaba sobre la multitud reunida en la Plaza de San Pedro para rezar con el Papa.
En su mensaje de Navidad, el Papa Francisco pidió el fin de las hostilidades en Ucrania, rogando por la audacia de abrir la puerta a las negociaciones y a los gestos de diálogo y de encuentro, para llegar a una paz justa y duradera. Entre la multitud de fieles se veían varias banderas ucranianas.
Hablando sentado, el Papa rezó después por la paz en Oriente Medio, pidiendo que se abran las puertas del diálogo y de la paz en toda la región.
Con los ojos fijos en la cuna de Belén, dirijo mi pensamiento a las comunidades cristianas de Palestina e Israel, y en particular a la comunidad de Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima, dijo. Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se ayude a la población extenuada por el hambre y la guerra.
El Papa también destacó la difícil situación de los cristianos en el Líbano y Siria en este momento tan delicado. Poco más de dos semanas después de la caída del régimen de Assad, cientos de manifestantes tomaron las calles de Damasco el 24 de diciembre para protestar contra el sentimiento anticristiano tras la quema de un árbol de Navidad en el centro de Siria.
Con la Puerta Santa abierta bajo sus pies en la basílica, el Papa Francisco oró para que el Jubileo sea una ocasión para el perdón global, especialmente para aliviar las cargas financieras de las naciones más pobres del mundo.
El cardenal Silvano Tomasi, diplomático papal retirado que negoció acuerdos de alivio de la deuda para los países más pobres del mundo, estuvo junto al Papa mientras éste pronunciaba su mensaje desde el balcón de la basílica.
Los países de ingresos bajos y medios tenían una deuda récord de 8,8 billones de dólares a finales de 2023 -- un aumento del 8% respecto a 2020 --, según datos del Banco Mundial, y los países en desarrollo gastaron la cifra récord de 1,4 billones de dólares para pagar el servicio de su deuda externa en ese año.
Cada uno de nosotros está llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios, que nació en la fría oscuridad de la noche, perdona todas nuestras ofensas, dijo el Papa en su mensaje de Navidad.
El Papa Francisco rezó por las comunidades afectadas por un brote de sarampión en el Congo, y por los que sufren las crisis humanitarias en Burkina Faso, Malí, Níger y Mozambique, las cuales son causadas principalmente por conflictos armados y por la plaga del terrorismo y se agrava por los efectos devastadores del cambio climático.
Durante su oración por las Américas, pidió que Jesús inspire a las autoridades políticas y a todas las personas a encontrar lo antes posible soluciones eficaces en la verdad y la justicia, para promover la armonía social, en particular pienso en Haití, Venezuela, Colombia y Nicaragua.
Que el Niño Jesús inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, dijo. Y se trabaje, especialmente durante este Año jubilar, para edificar el bien común y redescubrir la dignidad de cada persona, superando las divisiones políticas.
En este día de fiesta, que no falte nuestra gratitud hacia quien se esmera al máximo por el bien de manera silenciosa y fiel, añadió, elogiando a los padres, educadores, maestros, trabajadores de la salud, trabajadores de la caridad y misioneros por su contribución a la sociedad.
Jesús, el Verbo eterno de Dios hecho hombre, dijo el Papa Francisco en su mensaje, es la Puerta abierta de par en par; es la Puerta abierta de par en par que estamos invitados a pasar para redescubrir el sentido de nuestra existencia y la sacralidad de cada vida -- cada vida es sagrada --, y para recuperar los valores fundamentales de la familia humana.
También rezó para que los miembros más vulnerables de la sociedad los niños, ancianos, refugiados, desempleados, presos y perseguidos -- puedan encontrarse con Dios en el umbral de esa puerta.
Como peregrinos de la esperanza, vayamos a su encuentro, dijo el Santo Padre. Abrámosle las puertas de nuestro corazón. Abrámosle las puertas de nuestro corazón, como Él nos ha abierto de par en par la puerta del suyo.