SP_Nation

Jan. 19 2024

Promover el respeto a la vida y marchar por esta causa sigue siendo una prioridad después de la era Roe Vs Wade

byMarietha Góngora V.

Manifestantes de Trenton, Nueva Jersey, sostienen carteles con mensajes provida antes de la Marcha por la Vida del 20 de enero de 2023 en Washington. Ese año marcó la primera vez que la Marcha tuvo lugar desde que la Corte Suprema anuló el caso Roe vs. Wade y la protección constitucional del aborto. (Foto de OSV News/Marietha Góngora)



Listen to this article now

Your browser doesn’t support HTML5 audio


(OSV News) -- Muchos dicen que estar en medio de una Marcha por la Vida en Washington D.C. es un momento sobrecogedor. Ver a niños, jóvenes y adultos mayores caminar con pancartas sin importar el frío de estos días  inspira a otros a sumarse a ese mensaje de miles y miles que defienden el derecho a la vida, dicen participantes de la marcha.



Mary Cardoza, quien marchará el 19 de enero en la capital del país con otros católicos hispanos, tiene 50 años, es madre de siete hijos y participa de las iniciativas provida desde hace dos décadas. Al recordar su pasado, ella ve a una joven de 24 años con un bebé en brazos, sola y confundida, pero siempre con el amor incondicional y la ayuda de su madre.



Para Cardoza encontrar guía espiritual y apoyo de la Iglesia fue fundamental cuando se enfrentaba a una maternidad estando sola, viniendo de un hogar con un padre alcohólico y con quien tuvo una difícil relación.



"Me equivoqué bastante en la vida y cometí muchos errores", dijo Cardoza, quien para entonces no sospechaba que desde allí comenzaría a recibir las bendiciones que tanto esperaba. Conoció a su esposo, Aldo Cardoza, quien la invitó a formar parte del Camino Neocatecumenal y gracias a eso volvió a la Iglesia de la que se había distanciado.

Después de todo lo vivido y lo aprendido hoy se siente en paz con Dios y con la vida. Hoy en día, ella es feligrés y voluntaria en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Silver Spring, Maryland.Para Cardoza, la llegada de su hijo mayor en medio de tanta incertidumbre la salvó de vivir una vida vacía y sin propósitos. Desde hace años, ella apoya el Proyecto Gabriel en su parroquia. "Es una forma de ayudar a las mamás solteras para darles fórmula, pañales, invitarlas a la iglesia, darles ánimo y conectarlas con otros servicios y recursos de la comunidad", afirmó."Dios no comete errores, É