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Nov. 3 2023

ANÁLISIS: 10 conclusiones principales del informe de síntesis del Sínodo y por qué son importantes

byPor Peter Jesserer Smith, OSV News



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(OSV News) -- La primera sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad en el Vaticano ha concluido, con sus resultados recogidos en un "informe de medio tiempo" de 41 páginas para que toda la Iglesia lo digiera, reflexione y dé su opinión antes de la sesión final del Sínodo en Roma el próximo mes de octubre.

El informe, síntesis de la reunión del 4 al 29 de octubre, es fundamentalmente un instrumento de discernimiento, y está diseñado para suscitar una mayor reflexión y respuesta de toda la Iglesia. La próxima sesión del Sínodo en Roma tendrá la tarea de tomar decisiones sobre las propuestas concretas que se presentarán al Papa. En última instancia, el Papa decidirá lo que se aplicará a partir de este Sínodo sobre la Sinodalidad.

A continuación, 10 conclusiones sobre el informe de síntesis del Sínodo, por qué es importante para los católicos en las parroquias y qué sucederá en el futuro.

-- 1. La sinodalidad tiene que ver con la misión evangelizadora de la Iglesia, y el Bautismo es la razón por la que importa el gobierno sinodal.

El sínodo relata que "la sinodalidad está ordenada a la misión", reconociendo que los miembros de la Iglesia -- con diversos orígenes, lenguas y culturas -- comparten la "gracia común del Bautismo". Los temas del sínodo de "comunión, participación, misión" marcan cómo todo el pueblo de Dios en una iglesia sinodal --- laicos, religiosos consagrados, diáconos y sacerdotes con los obispos unidos al Papa -- se relacionan entre sí y viven juntos el llamado a la santidad, proclamando la Buena Nueva de Jesucristo al mundo.

El sínodo afirma explícitamente que su trabajo está enraizado en la tradición dinámica y viva de la Iglesia, en el contexto de las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Pero el sínodo también reconoce que queda mucho por hacer para aclarar lo que significa "sinodalidad" y para desarrollarla en procesos y estructuras reales.

Parte de ello es averiguar cómo se toman las decisiones en la Iglesia de un modo que sea fiel a su naturaleza --incluido el discernimiento de cómo se ejerce la colegialidad episcopal en una Iglesia sinodal -- porque los miembros de la Iglesia tienen "corresponsabilidad en la común misión de evangelización".

Las "conversaciones en el Espíritu" del sínodo -- una experiencia de escuchar y compartir a la luz de la fe, y buscar la voluntad de Dios en una atmósfera auténticamente evangélica -- se reconoce como una herramienta útil en este sentido.

-- 2. El sínodo hace un llamado a la formación en un "auténtico discipulado", unido por la Eucaristía y alimentado por la Palabra.

El sínodo subraya que todos los miembros de la Iglesia están llamados a ser "todos discípulos, todos misioneros" que tienen la "tarea de manifestar y transmitir a la humanidad herida el amor y la ternura de Dios". En otras palabras, vivir el discipulado está en el corazón de ser católico.

El sínodo sugirió profundizar en la noción de que un "La maduración del sensus fidei requiere no solo haber recibido el bautismo, sino también desarrollar la gracia del sacramento en una vida de auténtico discipulado". El sínodo reconoce que esto puede ayudar a discernir dónde está actuando el Espíritu Santo, en contraposición a dónde los bautizados sólo están defendiendo el pensamiento dominante, condicionamientos culturales o sin coherencia con el Evangelio".

En este sentido, el sínodo subraya que "la Eucaristía da forma a la sinodalidad", por lo que la Misa debe celebrarse "con auténtica fraternidad" que refleje belleza y noble sencillez. El sínodo propone que "la liturgia celebrada con autenticidad es la primera y fundamental escuela de discipulado".

También propone enriquecer la vida católica más allá de la Misa con formas alternativas de oración litúrgica, así como la piedad popular, en particular la devoción mariana -- ambas cosas forman a los fieles y también pueden ayudar a otros fuera de la Iglesia a encontrarse con el Señor.

-- 3. La sinodalidad no consiste en tener más reuniones, sino en discernir juntos cómo ir a la misión en cada nivel de la Iglesia.

El sínodo también enfatiza que la sinodalidad en la iglesia llama a los católicos a discernir intencionalmente como comunidad cómo Jesús los está llamando a vivir su misión. No se trata de reuniones autorreferenciales, sino de un estilo de llevar a cabo "el anuncio evangélico y el servicio a los pobres, el cuidado de la casa común y la investigación teológica".

El documento hace hincapié en la necesidad de formación, y también de crear espacios para recibir la enseñanza de la Iglesia y discernir cómo actuar en consecuencia. La doctrina social de la Iglesia debe ser comprendida por los fieles para que puedan construir el reino de Dios.

La sinodalidad consiste en reunir a la comunidad de discípulos para discernir cuál es su misión y cómo los envía Jesús en misión. Cualquier cambio estructural eficaz para hacer "corresponsables" a los miembros de la Iglesia presupone una "profunda conversión espiritual", tanto personal como comunitaria, para llevar a cabo la misión de Jesús.

Al mismo tiempo, el sínodo pide que se siga estudiando cómo pueden dialogar la teología de la Iglesia y los avances modernos de la ciencia, y formas eficaces de hacerlo para el discernimiento de la Iglesia, especialmente en cuestiones complicadas o controvertidas. Por encima de todo, dice el sínodo, "el comportamiento de Jesús, asimilado en la oración y en la conversión del corazón, nos indica el camino a seguir".

-- 4. Una iglesia sinodal debe reflexionar sobre qué formación necesitan sus sacerdotes, diáconos y laicos para llevar a cabo juntos su misión.

El sínodo reconoce que obispos y sacerdotes afrontan cargas desproporcionadas de responsabilidad en la misión de la Iglesia. También identifica el clericalismo como opuesto al modelo de servicio ministerial de Jesús, que conduce a "actitudes autoritarias" y a vocaciones ahogadas por el privilegio y el poder que rechazan la rendición de cuentas.

El sínodo sugiere un amplio debate y consideración de la revisión de la formación sacerdotal para abordar esta cuestión. En lugar de formar a los sacerdotes en un "ambiente artificial separado de la vida común de los fieles", deberían desarrollarse a través de un contacto vivo con el “Pueblo de Dios y una experiencia concreta de servicio a los ma?s necesitados".

El sínodo reconoció que existe un acuerdo universal en que el celibato sacerdotal está "cargado de profecía, y el testimonio de conformación con Cristo". Pero también sugirió una mayor consideración sobre si es apropiado que sólo la Iglesia latina siga insistiendo en él -- las Iglesias orientales (católica y ortodoxa) tienen una tradición de clero célibe y casado -- cuando hay contextos eclesiales y culturales que lo hacen más difícil para la misión de la Iglesia.

El sínodo pide una reflexión más profunda sobre la vocación del diácono, "sobre todo en la caridad".

El sínodo señaló la importancia de ampliar el acceso de las mujeres a la formación teológica, su inclusión en la toma de decisiones y la responsabilidad en la atención pastoral y el ministerio, e incluso la exploración de nuevos ministerios en los que las mujeres puedan contribuir decisivamente. Tomó nota del debate sobre la mujer y el ministerio diaconal, y se mostró abierto a seguir investigando y examinando lo que se ha hecho hasta ahora.

También abordaba el ministerio laico y pedía más creatividad en la forma de concebir y vivir estas funciones al servicio de la misión: por ejemplo, desarrollando el ministerio del lector más allá de su función litúrgica, como la predicación en contextos apropiados. También preveía la posibilidad de un ministerio laico asumido por parejas casadas para apoyar la vida matrimonial y familiar.

-- 5. Los discípulos escuchan a las personas y las acompañan como Cristo en cualquiera de sus situaciones personales, familiares o sociales.

El sínodo dice que "’escucha’ es la palabra que mejor expresa la experiencia ma?s intensa que ha caracterizado los primeros dos amos del itinerario sinodal y también los trabajos de la Asamblea. En el doble sentido de escucha dada y recibida, de ponerse a la escucha y de ser escuchados". Escuchando es realmente donde la Iglesia discierne la misión a la que Jesús llama a sus discípulos y a sus comunidades particulares.

También subraya que la Iglesia necesita dar su cercanía, escucha y acompañamiento a quienes se sienten solos a la hora de permanecer fieles a la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la ética sexual, así como a quienes se encuentran en los márgenes debido a "su situación matrimonial, identidad y sexualidad".

El sínodo sugiere seguir considerando el punto de que escuchar "no significa abdicar de la claridad en la presentación del mensaje del Evangelio, así? como tampoco avalar cualquier opinión o postura", sino ser como Jesús, que escucha y ama incondicionalmente para compartir su buena nueva.

También subrayó la necesidad de que la Iglesia amplíe su cercanía a las personas que experimentan soledad y abandono, los ancianos y los enfermos.

El documento sinodal pedía un mayor discernimiento sobre la "hospitalidad eucarística" -- la situación de las personas de distintas iglesias que reciben la Comunión -- y los "matrimonios mixtos".

-- 6. La Iglesia católica necesita Iglesias orientales fuertes que colaboren con la Iglesia latina.

El sínodo indica que es vital que los católicos se den cuenta de que la Iglesia católica es una comunión de Iglesias hermanas co-iguales: la Iglesia latina (la más grande y encabezada por el Papa) y 23 Iglesias católicas orientales diferentes, todas ellas en comunión a través de su unidad con el Papa. El sínodo pide a todas las comunidades católicas y al clero que se conozcan mutuamente y colaboren activamente modelando la "unidad en la diversidad".

Subraya que los miembros de la Iglesia latina (en su mayoría conocidos como católicos romanos) deben ayudar a los católicos orientales en situaciones en las que no tienen acceso a sus propias iglesias para vivir sus tradiciones. El sínodo dijo que la "latinización" (hacer que las iglesias orientales se ajusten a las tradiciones y prácticas de las iglesias latinas) es un comportamiento que ha sido superado.

El sínodo indicó que las Iglesias orientales deben resolver su relación con el papel del Papa, cuyo papel está arraigado en la Iglesia latina, concretamente en cuanto a si es necesario su asentimiento en la selección de obispos, y el hecho de que los católicos de estas Iglesias orientales ya no están confinados en el territorio patriarcal tradicional, sino que ahora están por todo el mundo.

Propone al Santo Padre un consejo permanente de patriarcas y arzobispos mayores, y que los católicos orientales estén adecuadamente representados en toda la Curia romana.

-- 7. El sínodo sugiere un nuevo camino para el ecumenismo, en particular gracias a los mártires.

Ha habido mucho desaliento en cuanto a que el diálogo entre la Iglesia católica y otras confesiones cristianas alcance su objetivo de unidad real -- pero el sínodo parece haber hecho sugerencias significativas para seguir adelante.

Entre las propuestas figura la de elaborar un "martirologio ecuménico", que permita a la Iglesia conmemorar a los mártires cristianos que comparten un bautismo común, pero sonde confesiones diversas. Los martirios de principios del siglo XXI, por ejemplo, en el Medio Oriente, donde militantes islamistas mataron a ortodoxos y católicos por ser cristianos, entre ellos los 21 mártires coptos ortodoxos de Libia, han puesto de relieve este punto.

El sínodo hizo hincapié en que las iglesias locales pueden comprometerse ecuménicamente con otras iglesias para llevar a cabo la obra del Evangelio, y en la importancia de seguir implicando a cristianos de otras iglesias y tradiciones en los procesos sinodales "a todos los niveles".

Entre las propuestas figura la de encontrar una fecha común para la celebración de la Pascua con la vista puesta en el año 2025, el 1700 aniversario del Concilio de Nicea.

-- 8. El sínodo subraya que la Iglesia necesita evangelizar los espacios digitales de manera intencional como una dimensión de su misión.

El sínodo considera que el ámbito digital no es un campo aparte, sino una "dimensión crucial del testimonio de la Iglesia en la cultura contemporánea". Esto significa comprender la cultura digital para evangelizarla y comprometer a la generación más joven de la Iglesia -- clero, religiosos y laicos -- en la realización de la misión en este ámbito.

El Sínodo propone un discernimiento sobre cómo puede implicarse la Iglesia para ayudar a que el mundo online sea "seguro" para las familias -- señalando los peligros de la intimidación, la desinformación, la explotación sexual y la adicción -- y cómo puede la Iglesia hacer que el ámbito digital sea "espiritualmente vivificante".

Esto interpela a parroquias y diócesis sobre cómo comprometerse en este ámbito, especialmente formando y acompañando a "misioneros digitales" y conectándolos en red. También sugiere crear oportunidades de colaboración con personas influyentes, especialmente en áreas de "la dignidad de la persona humana, de la justicia y del cuidado de la casa común".

-- 9. El abuso sexual está socavando la vida misionera de la Iglesia, y el sínodo reconoce que una Iglesia verdaderamente sinodal necesita corregir esto.

El sínodo declaró: "Abusos sexuales, de poder y económicos continúan pidiendo justicia, sanación y reconciliación". Reconoce que este proceso sinodal ha visto al Espíritu Santo derramar frutos de "esperanza, sanación, reconciliación y restauración de la confianza".

Además, escuchar y acompañar a quienes han sufrido abusos en la Iglesia ha ayudado a que las personas dejen de sentirse invisibles. Al mismo tiempo, el sínodo deja claro que "un largo camino hacia la reconciliación y la justicia" sigue en pie y exige "afrontar las condiciones estructurales que han permitido tales abusos" y "gestos concretos de penitencia".

La Iglesia sinodal exige una "cultura de la transparencia", el respeto de los procedimientos existentes para salvaguardar a los menores y a las personas vulnerables, y "desarrollar estructuras dedicadas a la prevención de los abusos". Señaló que los obispos se encuentran en la difícil situación de conciliar su "papel de padre con el de juez", y sugirió explorar la posibilidad de encomendar la tarea judicial a otro órgano especificado en el derecho canónico.

-- 10. Los obispos deben ahora encontrar la manera de llevar estas ideas a los bancos para un mayor discernimiento y llevarlas de vuelta al sínodo.

Las 41 páginas de la síntesis sinodal están divididas en tres secciones con temas vitales que realmente interesan y afectan a todo el Pueblo de Dios.

En este punto, el sínodo deja en manos de las conferencias episcopales de todo el mundo el discernimiento de los siguientes pasos a dar. Durante la primera sesión del Sínodo, el arzobispo Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, reconoció que los obispos tendrían que fomentar una mayor participación, incluso animando a los párrocos a participar. El índice de participación en el proceso preparatorio del Sínodo fue del 1% de los católicos estadounidenses.

La perspectiva de obtener esta información en el plazo de un año puede parecer desalentadora para los obispos. Si realmente se va a discernir a fondo el documento y se va a dar una respuesta en 11 meses, es probable que los fieles laicos tengan que alzar la voz y ofrecerse como voluntarios para trabajar con sus párrocos y obispos para conseguirlo a tiempo para la segunda sesión de octubre.

- - -Peter Jesserer Smith es editor nacional de noticias y artículos de OSV News.

- - -NOTAS: La síntesis en español está disponible aquí: https://www.synod.va/content/dam/synod/assembly/synthesis/spanish/2023.10.28-ESP-Synthesis-Report.pdf. Para leerlo en otros idiomas vaya a https://www.synod.va/en/synodal-process/the-universal-phase/documents.html